El camino al cielo de Marc Gasol

Notas de prensa TYM

Cuando hablamos de baloncesto en España, nos sale hablar de la última generación de elegidos jugadores que derribaron la puerta tras la llegada de Pau Gasol a la NBA. El catalán, siendo la llave que abrió la entrada al desafío y cerró el miedo, fue, es y será una leyenda del deporte de la canasta. Tras él y como un alumno aventajado que sabe qué pasos seguir, se encaminaba su hermano Marc, trasladado a Memphis siendo un adolescente, cuando a Pau le llamaron en el tercer lugar del draft. No fue un camino de rosas y cada vez que pisaba el parquet, el murmullo de ser hermano del más grande se acrecentaba. Marc Gasol tuvo su proceso.

Tras volver a Barcelona y jaleado por Svetislav Pesic desde los banquillos comenzó su periplo en la primera plantilla del Barça, asimilando el rol de jugador de pocos minutos. Joven, ilusionado y con talento, Marc seguía su camino para ser la estrella que ya estaba siendo Pau en Memphis. Con menos protagonismo y un físico mejorable, el mediano de los Gasol iba aprovechando cada oportunidad que le surgía, potenciando sus puntos fuertes y haciéndose baloncestista desde el barro.

En el verano de 2006, Fran Vázquez se lesiona y Pepu Hernández tiene que buscar sustituto para el Mundobasket. Piensa en Marc, que no había destacado por tener una gran temporada, pero opina que podía aportar potencial defensivo y ayudar mucho en la rotación. Y volvieron el rumor y las suspicacias a los pabellones, poniendo en tela de juicio de nuevo la calidad del hermano de Pau. Todo cambió. Marc vuelve a aprovechar la oportunidad, sabiendo leer lo que le pedía su entrenador, lo que necesitaba su equipo de él y aportando el máximo en la cancha y fuera de ella. Que los jugadores secundarios de un equipo se adapten a él y exijan más esfuerzo a los titulares va a aumentar el rendimiento del conjunto. Cuando en un grupo todo el mundo conoce y acepta su rol y rema en la misma dirección, la probabilidad de éxito es infinitamente más alta.

Con el oro mundial en el bolsillo, Marc comienza a ser Marc en Girona, donde se destapa como estrella en la ACB asumiendo ya el rol de jugador principal de un equipo con aspiraciones. El papel del jugador que se echa el equipo a las espaldas, que recibe los balones decisivos y da la cara también cuando vienen mal dadas. La confianza que venía generándose con su gran juego dentro de la cancha le facilitó a dar ese paso de forma apropiada y a terminar de explotar en una liga potente europea. Ahora le tocaba lo más difícil: sustituir a su hermano en Memphis.

Después de siete temporadas Marc llega a Memphis para coger el testigo de Pau, que se marcha a los Lakers a luchar por el anillo. Lo vuelve a hacer. Marc Gasol perfecciona al deportista mediante un cambio de hábitos y alimentación, que le estaban alejando de un físico ideal para ser la superestrella que iba a empezar a ser en la NBA. Acompañado de la confianza adquirida en sus capacidades, deja de ser “el hermano de Pau” dentro de las canchas. Ahora es Marc Gasol, con denominación de origen propia y sin techo. Le llueven los All Star y emociona junto a su mentor a un país entero que ve como los dos hermanos de Sant Boi protagonizan el salto inicial en un All Star Game de la NBA.

El único reto que no logra Marc es el anillo con los Grizzlies, donde su figura ya había pasado de jugador principal a ídolo local, tanto que el “33” no lo volverá a lucir nadie en Memphis. Su ambición le llevó a Toronto para pelear por el sueño sin ser jugador franquicia, pero con un rol de titular de peso dentro de un equipo con aspiraciones de campeón. Y sucedió. Pasaron por encima de los Warriors de Curry, Thompson y Durant. Marc tenía el anillo por el que había peleado desde Sant Boi, pasando por Memphis, Girona y un proceso de maduración en el que había cambiado de rol las veces que el equipo lo requería. Ya ha estampado su nombre propio entre los grandes de la historia del baloncesto, de la única manera en la que se puede tocar el cielo en este deporte, jugando en equipo.

Pablo Ruiz

Psicólogo con especialización en Actividad Física y Deporte. Por suerte, he podido juntar mi pasión por los deportes con la psicología, implementando esta faceta en el día a día tanto de deportistas como de su red de apoyo. Creer para poder crecer.

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