¿Alguna vez te has preguntado cómo trabaja un Psicólogo Deportivo dentro de un staff? A día de hoy la Psicología sigue siendo, en muchas ocasiones, un concepto tabú, que suscita rechazo para personas o entidades que potencialmente necesitan de su actuación. Y en cierta medida son los propios profesionales de la Psicología, o la Psicología y su historia en sí misma, lo que arrastra esta concepción errónea de nuestra labor, al permitir actuar bajo terapias pseudocientíficas con escasa o nula base empírica.
“¿Vas al Psicólogo? Eso es que no estás bien de la cabeza”; “Yo soy así, y me ha tocado serlo. Nada me puede cambiar”; “Seguro que me está psicoanalizando”
Efectivamente, la Psicología trata de buscar alternativas ante comportamientos no deseables o trastornos de la conducta, sustituyéndolos por otros más adaptativos, pero también existe para optimizar el rendimiento deportivo. La Psicología (y la especialización deportiva) es una ciencia, y como tal centra su atención en el estudio del comportamiento humano.
¿Cómo se aplica esta premisa en el contexto deportivo? En esta ocasión, y aprovechando la reciente victoria por parte del Real Club Deportivo Espanyol de esports en las finales de ESL Masters Rocket League, celebradas en Madrid Games Week, arrojaremos luz sobre nuestro funcionamiento como parte del staff técnico.

Con este objetivo, resulta interesante responder a ciertas preguntas que pongan de manifiesto nuestra actuación dentro de este y cualquier otro club que cuente con los servicios de Psicología Deportiva:
Los primeros pasos: “¿Qué se hace cuando un Psicólogo Deportivo inicia su labor como staff dentro de un club?”
Como psicólogos, es imprescindible generar un buen rapport al comienzo de la relación con el equipo, es decir, crear un clima de confianza que permita que las futuras intervenciones tengan los resultados esperados, evitando generar rechazo. En este punto, las habilidades comunicativas del profesional son importantes, pues a través de ellas se pueden compartir intereses, clarificar los objetivos y, por qué no, reírse. Encontrar semejanzas y ser honestos nos acerca más a las personas, y este es un punto clave que determinará la calidad del trabajo. En mi caso particular con el RCDE, pude encontrar puntos en común, que iban desde ser del mismo lugar que ‘Zamué’ y andaluz como ‘Arleyobi’, hasta haber jugado a diferentes videojuegos. No obstante, tuve que mostrarme humilde, puesto que desconocía casi por completo Rocket League y sus competiciones, lo cual me dio la oportunidad de aprender de ellos y mostrar mi interés.
El día a día: “¿Cómo se incluye la Psicología Deportiva dentro de la planificación?”
Nuestro compañero a lo largo del camino debe ser el entrenador. Él lidera al grupo, planifica horarios, plantea objetivos y, en definitiva, entrena al equipo. Es quien más tiempo pasa con los jugadores, por lo que es también quien dispone de más información útil. Nuestro calendario, en gran medida, se ceñirá al suyo, y cualquier intervención que requiera actuar durante un entrenamiento, tiene que ser consultada previamente con él. No obstante, el trabajo individual con los jugadores se acuerda personalmente con ellos. De esta manera, se busca la constancia y el seguimiento de las sesiones.
Las sesiones: “¿Qué trabaja un Psicólogo Deportivo dentro del club?”
Dependerá de las necesidades que se detecten. Lo primero que se debe hacer después de las presentaciones es un periodo de evaluación, que generalmente implica un cuestionario deportivo, entrevistas semiestructuradas a los miembros y observaciones. Con la información que se obtiene de estos registros, se pone en marcha la planificación que incluye actuar sobre las variables psicológicas implicadas, como por ejemplo habilidades comunicativas o establecimiento de objetivos con el entrenador, técnicas de relajación con los jugadores o entrenamientos que propicien aumentar su nivel de activación.

Los momentos críticos: “¿Cómo se gestiona psicológicamente una final?”
La competición es un buen momento para evaluar el comportamiento de los jugadores y entrenadores, puesto que es el contexto más importante para ellos. También es útil para observar cambios a raíz del trabajo con el equipo, si realmente ponen en marcha aquellas estrategias que elaboramos, la influencia de los resultados sobre el rendimiento, o de la superioridad o no del rival. Pero las fases finales van más allá. Es el momento de la consolidación del trabajo de toda la temporada, bajo unas circunstancias muy concretas: ser ganador o no del primer puesto y saber gestionar la presión del momento.
En nuestra experiencia con el RCDE, la intervención llevaba 3 puntos clave: elaborar el discurso con el entrenador, plantear posibles problemas a los que nos podíamos enfrentar y sus soluciones particulares y procurar que los jugadores se elogiaran entre ellos, destacando sus puntos fuertes.
En definitiva, formar parte del staff técnico de un equipo implica adaptarse a la organización del mismo, observando y evaluando potenciales líneas de trabajo, tanto individual como grupalmente y actuar conforme a la planificación del entrenador, el cual es una pieza fundamental.