Ayer, domingo 12 de mayo, concluyó la 18ª edición del Master de tenis Mutua Madrid Open (MMO). Finalizan así, dos semanas de tenis intensas y vibrantes. Madrid, más mágica que nunca, se vuelve a volcar otro año más con el tenis y el deporte, albergando un ambiente realmente “mágico” para disfrutar del mejor tenis del mundo.
Una vez más, hemos podido comprobar en el master mil madrileño, la importancia del entrenamiento psicológico. El tenis es un deporte muy exigente física, técnica y tácticamente, pero sobre todo, psicológicamente. Cuando las diferencias técnicas son tan mínimas, el factor diferencial, el que marca la diferencia en muchas ocasiones entre ganar y perder, es el factor psicológico.
Mantenerte concentrado en cada punto, en cada golpe, saber gestionar tus errores, tus emociones y pensamientos, no es una tarea nada fácil en un deporte individual como el tenis, en el que dispones de tanto tiempo para pensar a lo largo de un partido. El tenis es un deporte de parada y acción, tras cada punto te vienen a la cabeza pensamientos de todo tipo como, por ejemplo, “¿cómo he podido fallar ese golpe?”, “no estoy a gusto en la pista, voy a perder”, “estoy agarrotado, voy a volver a fallar” o “sigue así, este es el camino”.
Los tenistas, la mayor parte del tiempo de un partido, no están jugando e intercambiando golpes, por lo que su cabeza, se convierte en su mejor arma y aliado para gestionar el tiempo entre punto y punto, en el cambio de pista o tras cometer un error.
Cada vez vamos siendo más conscientes en el mundo del tenis, y en el deporte en general, de la importancia de la incorporación del entrenamiento psicológico en nuestra planificación. Por ello, hoy os vamos a hablar de una herramienta fundamental en el tenis, las rutinas. Cuando vemos a Rafa Nadal en los momentos previos al saque, se podría pensar “qué maniático” “¿por qué hace siempre lo mismo?”. La respuesta es clara, este tipo de rutinas le ayudan a concentrarse en la tarea, a centrar sus pensamientos en el presente, en su saque y en la estrategia del punto, y evitar pensamientos intrusivos sobre el pasado (“¿cómo he podido perder el punto anterior?”) o sobre el futuro (“15-40 y segundo saque, voy a perder el juego”). Además, nos ayuda a recuperar el nivel óptimo de activación para afrontar el nuevo punto, ya que una vez finalizado, carece de importancia como haya acabado el mismo, lo que marca la diferencia es cómo te vas a enfrentar al siguiente.
Establecimiento de rutinas:
¿En qué consiste?
Cada tenista ha de desarrollar su propia rutina y ensayarla en entrenamientos y partidos. Pero ¿en qué consiste una rutina? Una rutina ha de estar compuesta, al menos, de tres aspectos fundamentales:
- Comportamiento: botar la pelota 8 veces, darse una palmada en el muslo, dar un par de saltos, secarse el sudor con las muñequeras o incluso, como Nadal, reajustarse la ropa interior. Cualquier comportamiento con el que nos encontremos a gusto.
- Pensamiento: cualquier tipo de arenga que te ayude a centrarte en la tarea y a ganar confianza como, por ejemplo, !venga vamos, un buen saque abierto! ¡sigue así, concentrado! ¡vamos un saque potente!
- Activación: disminuir o aumentar mi activación hasta conseguir un nivel optimo para afrontar el punto, por ejemplo, realizar tres respiraciones profundas.
La secuencia completa de una rutina de saque podría ser, por tanto, darse un par de palmadas en el muslo, colocarse en la línea de fondo, realizar tres respiraciones profundas y mientras boto ocho veces la pelota, pienso ¡venga vamos, un buen saque abierto!
¿En qué nos ayudan las rutinas?
- Concentración: nos ayudan a centrar nuestro foco atencional en la tarea y evitar distracciones producidas por estímulos externos. Las rutinas nos ayudan a mantener la concentración a lo largo de todo el partido, nos aportan estabilidad y regularidad, aspectos claves tanto para un mayor rendimiento, como para un mayor disfrute de la competición y práctica deportiva.
- Confianza: mantener un autodiálogo positivo orientado a la tarea, aumenta nuestra confianza para lograr su consecución y nos fija en el presente, evitando pensamientos sobre el error reciente o sobre el que voy a cometer.
- Control de la activación. Te ayuda a reanudar el juego en unas condiciones óptimas, ni excesivamente activado, ni demasiado relajado. Con esta finalidad, debes encontrar tu nivel óptimo de activación (NOA). Para ello, elabora una escala de 1 a 10, donde 1 signifique “muy relajado” y 10 “muy activado”. Trata de situar tu nivel óptimo para competir y a partir de ahora, te servirá como referencia. De esta manera, si durante la rutina percibieras que estás en un nivel 2 y has establecido tu NOA en 6, debes activarte hasta llegar ahí (saltando, hiperventilando; etc.) De lo contrario, si te notas muy nervioso, en un nivel 10, la solución podría pasar por aplicar alguna técnica de respiración que hayas trabajado previamente, con el fin de relajarte y volver a situarte en tu NOA.
Y por último, ¿Cuándo realizar las rutinas?
A lo largo del artículo, nos hemos centrado en las rutinas de saque. Sin embargo, no son los únicos momentos en los que nos es muy útil desarrollar nuestras propias rutinas.
Como ya hemos comentado, los tenistas pasan más tiempo sin jugar, cambiándose de lado entre punto y punto, secándose con la toalla y preparándose para el siguiente punto, que manteniendo un intercambio de golpes. Por ello, es fundamental desarrollar rutinas, no solo de saque, sino al resto e incluso tras fallo, que nos ayuden a mantenernos concentrados en las tareas y objetivos del partido, aumentar nuestra confianza y mantenernos en un nivel de activación óptimo para volver a reanudar el siguiente punto en las mejores condiciones y conseguir el máximo rendimiento.